Fiscalía solicita cárcel para el Alcalde de Gaucín
El alcalde en funciones de Gaucín, Francisco Corbacho, se enfrentará a una pena de un año y medio de prisión, al acusarle la Fiscalía de Málaga de los delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación, por disponer, presuntamente, de fondos municipales desde 2002 "que pensaba manejar en su propio beneficio y luego restituir".
La Fiscalìa también ha solicitado una pena de 13 años de inhabilitación para cargo público, por no facilitar a los miembros de la corporación municipal la información sobre los mandamientos de pago e ingresos que le requirieron.
Por su parte, la acusación particular ejercida por el Partido Popular pide una condena de seis años de cárcel.
Los hechos por los que ha sido procesado Francisco Corbacho se remontan al año 2002, cuando entonces representaba al PSOE como independiente.
A finales de diciembre de dicho año, "decidió aprovechar la ausencia por vacaciones del secretario-interventor para disponer de fondos municipales que pensaba manejar en su propio beneficio durante un corto periodo de tiempo y luego restituir", para lo que ordenó liberar diversos mandamientos de pago, de cuantías comprendidas entre los 10.000 y los 22.000 euros, "con el pretexto de negociar la adquisición de terrenos de interés municipal", según explica el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales.
Para ello, "prevaliéndose de su condición de alcalde", entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003, ordenó librar diversos mandamientos de pago con cheques al portador firmados por él mismo.
Los cheques presuntamente se emitieron contra las cuentas corrientes del Ayuntamiento y en vez de ser nominativos, el procesado dispuso que se extendieran al portador, "presentándolos él mismo al cobro y quedándose con el dinero", según la Fiscalía. Para la acusación pública, entre los meses de diciembre de 2002 y de enero de 2003, el acusado, que obtuvo la mayoría simple en las últimas elecciones municipales encabezando la lista del PA, llegó a disponer de unos 200.000 euros. La consecuencia fue que a finales de enero de 2003 el Ayuntamiento de Gaucín carecía de liquidez suficiente para hacer frente a los gastos corrientes y de personal, por lo que la situación fue denunciada a la Fiscalía.
El día 10 de febrero de 2003, tras saber que sus compañeros de partido iban a pedir su dimisión y denunciarlo ante la Guardia Civil por estos hechos, se reunió con ellos y se comprometió a devolver el dinero, recurriendo a amigos y parientes para reunir de forma apresurada el dinero, que reintegró a las arcas municipales.
Posteriormente, el alcalde, mediante decreto, denegó la entrega a los miembros de la corporación de la documentación sobre estos movimientos de dinero.
Tuvo que ser la secretaria la que convocara el pleno, aunque el regidor se negó, según sigue el relato del ministerio público, a la entrega de la documentación requerida por los concejales que pidieron el pleno, que se constituyó pero fue suspendido, tras un discurso de 10 minutos, por el procesado, que levantó la sesión, "impidiendo así que se entrara a debatir" el punto del orden del día y pidiendo a la Policía que "desalojara" el salón.
2 comentarios:
El ex-alcalde de Gaucín declara que cogió el dinero para comprar unos terrenos "muy valiosos para el pueblo".
A preguntas del fiscal, el procesado explicó que guardó el dinero en una caja fuerte en su casa «como lo hice otras veces, cuando, por ejemplo, tenía que pagar algún espectáculo».
Al ser interrogado a cerca de por qué, si lo guardaba en casa, recurrió a terceros para devolverlo, Corbacho dijo que cuando le requirieron para ello «estaba de viaje y llamé a mi padre y él lo solucionó de esa manera. No iba a marear a un hombre de 80 años en mi casa y a buscar la caja fuerte...», añadió.
Y el fiscal le espetó: «Sin embargo, su padre de 80 años tuvo que ir hasta a Algeciras para reunir el dinero ...»
El fiscal pide cárcel e inhabilitación por prevaricación y malversación
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado al ex alcalde de Gaucín Francisco Corbacho a 21 meses de suspensión de empleo y cargo público y multa de 2.700 euros; y a la pena de siete años de inhabilitación especial, por un delito continuado de malversación de caudales públicos y por otro de prevaricación, respectivamente, al considerar la Sala que dispuso para beneficio propio de dinero del Ayuntamiento, que luego devolvió; y por desalojar un pleno para no debatir este asunto.
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